Las Seis Hijas del Caribe en la Casa España

Ser mujer, artista y nacer en el Caribe no es una condición sinecuanon para trascender en el mundo; más identificarse como Hijas del Caribe es un compromiso que se asume con la cultura caribeña, con el género y la temática de lo femenino en ámbito familiar y social.

La condición de hijas revela la existencia de unos lazos que las acercan, las emparientan y las unen a unas raíces del tronco maternal que conduce a afianzar sus identidades, son producto de una diversidad cultural, una mezcla la cultura indígena, la hispana y la africana contenida en todas las costumbres y manifestaciones artísticas que les son propias . Estos lazos están expresados en las construcciones de temáticas y visiones de lo femenino en el contexto caribeño, constituyendo expresiones estéticas que las distinguen de cualquier sociedad ajena al Caribe, sin dejar incursionar en los lenguajes y estilos de la plástica universal.


Hoy asistimos a la exposición de las seis hijas artistas nacidas en el Caribe: Iris Pérez, Cruz María Dotel, Evelyn Lima, Rosalía Hernández, Lina Aybar, Pérsida, mujeres que se unen en la Sala de exposiciones de la Casa España para presentarnos sus diversos discursos, historias y temáticas, emociones producidos bajo el calor, el sol, la brisa, el agua, la ternura, la soledad, la naturaleza, el metal y la ciudad de Republica Dominicana en el Caribe.



Las seis hijas comunican lo femenino por temáticas, caminos diferentes y denominaciones propias, las cuales se pueden bautizar con los siguientes dictados:

Iris Pérez, hija del alma, plasma en sus dibujos expresionistas la soledad humana en una ciudad vacía, un corazón maternal, ternura de niña virgen, inocencia que cuestiona la responsabilidad adulta frente a la niñez. Iris nos arrebata las más hondas emociones de los rincones del alma.
Cruz María Dotel, hija del agua, hurga en la temática del agua como torrente natural y simbólico, conecta lo femenino con la madre naturaleza, expresa las características propias de las aguas en el mar caribe.
Evelyn Lima, hija del sol e indígena, impregna de luz amarilla sus temas, trabaja el habitad femenino como simbología social, espacio total, encierro hacia lo interno, evoca a la cultura indígena y la traspasa al mundo actual en un lenguaje contemporáneo.
Lucia, hija del pueblo, toma como protagonista a la mujer pobre en el contexto hogareño, a través del color rojo imprime pasión a la pobreza, conformidad de la vida en el hogar de una mujer en seno familiar es vista con el ojo que denuncia la cotidianidad femenina.
Lina Aybar, hija de la libertad, emprende el vuelo de búsqueda incesante de liberación a través del personaje tierno y fugaz de la libélula, simboliza la necesidad de ruptura con los lazos que atan a la naturaleza, a través de las rayas verticales, horizontales, franjas el color amarillo y ocre llega a la transparencia y frágil libertad.
Rosalba Hernández, hija de la ciudad y los suburbios, representa y superpone espacios urbanos y suburbanos denotando una realidad abrumadora por medio cuadrantes de pinturas, figuras, objetos, lugares, oficios, máquinas que interactúan con los seres humanos en nuestras ciudades caribeñas.
Pérsida, hija del metal, nos comunica con el mundo de la máquina y la velocidad a través del cuadro, utiliza la textura, el tornillo, el hierro, la placa para construir su culto al artefacto.

Las expresiones diversas de cada una de ellas, se unen en el territorio, el género y la gran sensibilidad estética para abordar sus vidas y la condición humana de las mujeres del mundo.

Las seis hijas del Caribe abren sus mundos al público, como las flores sus pétalos para compartir sus estéticas, sentimientos, visiones de la mujer artista
de República Dominicana en el Caribe.